El correr de los años, las tareas realizadas y los caminos transitados, brindan experiencias que nosotros, los seres humanos, vamos incorporando con diferentes aptitudes y distinto grado de asimilación, formando los más diversos pensamientos.
Si analizamos el mundo en el cual vivimos, nos encontramos con una gran cantidad de factores que se interrelacionan, en algunas ocasiones no llegamos a darnos cuenta en qué forma debemos poner los ladrillos de ese edificio, que es nada más ni nada menos la convivencia de los seres humanos.
En ese marco, un grupo de amigos con similar estructura de pensamiento pero diferente formación profesional, comenzó a generar un proyecto que permitiera aunar nuestros esfuerzos y criterios; trazando una hoja de ruta compartida mediante la definición de objetivos concretos y aspiraciones realizables preponderando la visión de trabajar en aras de solucionar temas inherentes a la actividad social y económica de los pueblos.
Para poder plasmar y desarrollar esta idea, decidimos formar una Organización que nos permita tener presencia en distintos ámbitos de la actividad cotidiana.
Después de intercambiar diferentes opiniones e ideas, se fue moldeando lo que hoy es la Organización Interamericana para el Desarrollo, cuyas iniciales, O.I.D., llegan a conformar una palabra tan necesaria para permitir la comprensión, el entendimiento, la comunicación y demás aspectos que hacen al desarrollo de los pueblos.
Oír las necesidades de los seres humanos es imprescindible para entenderlos, analizar distintas posibles soluciones y trabajar para concretar exitosamente el modelo elegido para ese caso.
A nuestro entender, con esta premisa como piedra basal para nuestros proyectos y futuros emprendimientos, obtendremos resultados a la altura de las exigencias que impone este mundo globalizado, permitiéndonos buscar caminos que conduzcan a la excelencia de todas las actividades sociales, económicas y culturales.
La convivencia que se plantea en ese contexto de equilibrio y desarrollo autogenerado por una visión compartida, contribuye al logro de una activación integral sin pujas internas, causa principal de resonantes e históricos fracasos.
A todos nos une y nos moviliza, las ganas de colaborar en la formación de un mundo mejor, ya que éste es el único legado que podemos dejar a nuestros hijos.
La humanidad transita por una etapa donde resulta primordial pasar de las declamaciones a los hechos concretos; por tal motivo nuestra organización incorpora profesionales de diferentes áreas con convicciones claras y precisas, permitiendo no sólo la definición sino también la instrumentación de las medidas tendientes a que los ciudadanos convivan en un mundo armonioso y equitativo.
Omar Arias Mele